martes, 23 de septiembre de 2008

Traigame la sopa...



Cuentan que una mujer entró a un restaurante y pidió como primer plato una sopa de espárragos. Unos minutos después, el mesero le servía su humeante plato y se retiraba.
-¡Mozo! gritó la mujer, venga para acá.
-¿Señora? contestó el mesero acercándose.
-¡Pruebe esta sopa ordenó la clienta. ¿Qué pasa, señora? ¿No es lo que usted quería?
-¡Pruebe la sopa! -repitió la mujer.
-Pero qué sucede.. ¿le falta sal?
–Pruebe la sopa!
-¿Está fría?
-¡¡PRUEBE LA SOPA -repetía la mujer insistente.
-Pero señora, por favor, dígame lo que pasa.. dijo el mozo.
-Si quiere saber lo que pasa.. pruebe la sopa dijo la mujer señalando el plato.
El mesero, dándose cuenta de que nada haría cambiar de parecer a la encaprichada mujer, se sentó frente al humeante líquido amarillento y le dijo con cierta sorpresa.
-Pero aquí no hay cuchara...
-¿Vio? dijo la mujer- ¿vio?... Falta la cuchara.
Qué bueno sería acostumbrarnos, en las pequeñas y en las grandes cosas, a poder nombrar hechos, situaciones y emociones directamente, sin rodeos, tal como son.

Jorge Bucay

1 comentario:

  1. Hola, me gusta su blog, y de esta historia. Disculpe, pero mi español está solamente un poco.
    Su español es fácil de leer; yo practicará tan quizá. :)
    (Mis abuelos eran de Buenos Aires)

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